El packaging también tiene tendencias y modas. Además de su utilidad práctica, se ha convertido en una llamada de atención para los clientes y una expresión de los valores propios de la marca. Un envase bien diseñado puede diferenciarte de la competencia y hacer que escojan tu producto antes que el de otra marca.
El envase nos ayuda a crear una identidad como empresa y a ser trendy. Por eso es importante conocer las tendencias en packaging que se van sucediendo. No se trata de tener en cuenta solamente la parte visual del paquete, sino que también hay que estar pendientes de los cambios en las exigencias de los clientes, en las nuevas técnicas de impresión, en los nuevos materiales, en las ventas online, etc.
Es complicado estar al día de todos los cambios, ya que las tendencias de packaging responden a los momentos que vive la sociedad en la actualidad. Para que puedas aplicar todas las nuevas corrientes de embalaje, o simplemente las utilices como inspiración, hemos recogido las tendencias más importantes en packaging de estos últimos tiempos. ¡Veamoslas!
¿Qué caracteriza un buen packaging?
Antes de comenzar con las características de un buen packaging, es necesario comentar qué tipos existen, ya que se utilizará uno u otro dependiendo de su objetivo. Todos ellos se pueden personalizar de acuerdo a los colores o mensaje de marca:
- Packaging primario. Es el que protege el producto y, por tanto, está en contacto directo con él (botella de cerveza, brick de leche…). Su misión es proteger y conservar.
- Packaging secundario. Se trata del packaging que agrupa varios productos para que vayan en pack. Están alrededor del packaging primario (el plástico que envuelve un paquete de botellas de agua).
- Packaging terciario. Este es la “tercera capa” del producto y se utiliza para el transporte y almacenaje del producto. Su misión es proteger y ser la cara visible. Es el primer packaging que ve el cliente, siempre debería ir personalizado con la marca.
Con esto en mente, veamos ahora qué características tiene que tener un buen packaging y qué elementos debes tener en cuenta al crearlo. Recuerda que estas características variarán dependiendo del tipo de packaging que estés diseñando:
- Creatividad. Es la base de cualquier proyecto que pretenda llamar la atención del consumidor final. Un diseño original y creativo puede hacer maravillas para tu marca.
- Diseño sostenible. Hablaremos más adelante en profundidad, pero la sostenibilidad se ha convertido en una de las características más importantes de los packagings actuales. Es algo que exigen los consumidores y que, como marca, puede beneficiar y diferenciar.
- Originalidad. Hoy en día cualquier packaging que se precie tiene que estar personalizado. Esto se puede conseguir mediante materiales, texturas, formatos, etc. Si puedes llamar la atención de tu público objetivo y diferenciarte, significa que tienes un buen packaging.
- El cliente ideal. Antes de diseñar el packaging perfecto, tienes que saber a quién o para quién diseñas. Analiza bien a tu cliente objetivo, entiende sus necesidades y, en ese momento, crea.
- Transporte y distribución. ¿Qué tipo de producto vendes? ¿Es delicado? ¿Cómo vas a transportarlo? No hay que olvidar que la misión principal del packaging es la de proteger su contenido, por lo que eso es lo que siempre hay que asegurar. El embalaje se adapta a esa característica, no al revés. Ten en cuenta también la forma en la que se va a distribuir el producto.
Tendencias en packaging
Las tendencias las marcan los compradores, sobre todo en el packaging. Debemos de tener muy en cuenta que pide el consumidor, que le preocupa, que nos demanda y nosotros como marca debemos asimilarlo y adaptar nuestro packaging a las necesidades de nuestros consumidores. Si no escuchas a tu público objetivo, no podrás saber lo que quieren y podrías perder clientes que buscarán otras marcas que sí les ofrezcan lo que piden en sus paquetes y productos.
Veamos cuáles son las demandas de la sociedad que han acabado convirtiéndose en packaging y, finalmente, en tendencias:
- Sostenibilidad. Como hemos comentado antes, la sostenibilidad es la tendencia número 1 de estos últimos años. La concienciación sobre el cuidado del medio ambiente y la necesidad de cambiar de hábitos han hecho que los consumidores busquen packagings que se puedan reciclar y/o reutilizar. Pero no solamente se pide que el paquete sea sostenible, sino que la propia marca se comprometa a unos valores de protección del medio ambiente. Por ello, son muchas marcas las que ya han incluido en su programa, metas como la economía circular o la reducción de residuos.
La creación de embalaje sostenible forma parte de esa reducción. Eso sí, sostenible no significa feo: el envase debe seguir cuidando su diseño y su funcionalidad y al mismo tiempo permitir el reciclaje y conectar así con los consumidores.
Las empresas de paquetería y creación de packaging han escuchado también estas demandas y muchas de ellas trabajan con materiales reciclados o reciclables para ofrecer a las marcas una alternativa sostenible.
- Inclusión y diversidad. Crear un packaging inclusivo y que represente a toda la sociedad de forma real y diversa ayuda a que todos los colectivos se sientan representados, escuchados y vistos. Se pueden identificar con la marca y con sus valores y valorar el esfuerzo que está haciendo por incluir a todos los colectivos posibles.
Hacer los paquetes accesibles a todo el mundo significa también crear etiquetas en braille o en relieve serigráfico. El packaging, además de representar inclusividad, tiene que serlo en sí mismo. El equipo creativo puede dejar volar su imaginación teniendo en cuenta estas características para crear packagings que acojan a todo tipo de personas y que, de paso, les ayuden a diferenciarse de la competencia.
- Packaging flexible y personalizado. Los hábitos de consumo han cambiado y el packaging debe adaptarse a todos ellos. Éste tiene que cambiar y satisfacer las necesidades de los clientes; si ahora se necesitan formatos más flexibles (monodosis, packs 2×1…) es lo que la marca tiene que ofrecer con su packaging. Hoy en día todo es ‘para llevar’, por lo que el envase debe de ser polifacético, fácil de manipular, transportar y almacenable.
Todo ello sin renunciar a la mayor personalización posible, ya que la imagen es la que atrae la primera atención y resalta el producto por encima del resto.
- Diseños innovadores y storytelling. Hay una regla que el packaging ha entendido a la perfección: una historia vende más. Aplicar storytelling a tus envases, con estilos diversos, que transmita emociones y sentimientos, genera una conexión con el cliente porque le estás contando algo a través del diseño y de la emoción.
Puedes utilizar muchos elementos, desde la naturaleza hasta las protestas sociales o la historia de tu propia marca. Todo ello genera una especie de ‘contrato’ en el que el consumidor escucha tu historia, confía en ti y prueba el producto porque siente que le habla una persona real con su opinión.
- Smart packaging. Esta tendencia es una de las más nuevas. Se trata de añadir códigos QR o de realidad aumentada en el etiquetado de paquetes para que los compradores puedan comunicarse con la marca o descargarse consejos, vídeos o incluso experiencias. Esta acción es un valor añadido para el cliente pero también para la marca, que puede recopilar información sobre su público objetivo.
- Experiencias de branding y unboxing. Con un packaging cuidado, el producto comienza a experimentarse desde que se abre el paquete. Los unboxings, vídeos en los que aparecen clientes abriendo el producto y comentando todo lo que se van encontrando, son muy populares y una experiencia muy valorada.
Tu branding, la imagen visual de tu marca ante el mundo, es la que te hace reconocible. El packaging se encarga de eso, pero también de que te recuerden. Diferenciarte puede comenzar con el diseño y la forma en la que se abre el paquete, presentado tu producto. Si eres diferente, te recordarán. El objetivo es crear una experiencia alrededor de todo el producto.
Puedes imprimir frases en el interior o en el exterior del paquete, hacer que se abra de una forma distinta, personalizar el papel de protección que uses… Las posibilidades son infinitas, pero deben ser acordes a tus valores de marca en todo momento.
- Doypacks. Estas bolsas Stand Up son una de las alternativas más usadas para conservar alimentos como café, té, frutos secos, azúcar, aceitunas y otros productos comestibles. Sin embargo, las marcas de cosmética también las están usando y ya podemos ver en un lineal del supermercado bolsas Doypack que contienen gel de baño, crema hidratante… incluso las marcas de ropa las utilizan y podemos ver por ejemplo calcetines o ropa interior en una Doypack .
Las bolsas Doypack son envases mucho más flexibles y pequeños que facilitan mucho el reciclaje.
Estas bolsas se pueden personalizar de los pies a la cabeza, son sostenibles y muy cómodas; todo lo que el consumidor pide en un envase de hoy en día. Si no las conocías, te recomendamos que les eches un vistazo y analices si se pueden adaptar a tus productos o a tu comercio. Sin duda, estos doypacks tienen mucho que ofrecer y sus aplicaciones no han hecho más que crecer.
Sin duda, el packaging y sus tendencias son una forma perfecta de observar y adaptarse a los cambios de consumo de los clientes. Ayudan a una marca a diferenciarse y a atraer y fidelizar a sus consumidores.
Si buscas una empresa de packaging, al día en todas las tendencias y que ofrezca varios tipos de embalaje sostenible, en Rovi Packaging podemos ayudarte. Nuestra misión es encontrar soluciones de packaging para nuestros clientes que minimicen el impacto sobre el medio ambiente, apostando por materiales compostables, hidrosolubles y reutilizables. Nos adaptamos completamente a ti y te ayudamos a encontrar el mejor packaging para tu empresa y tus productos. Si tienes alguna consulta o quieres pedir presupuesto, puedes ponerte en contacto con nosotros. Estamos aquí para asesorarte.
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